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Sábado, 26 de octubre de 2013

En el origen

En ésta entrada presento unos vidrios grabados al chorro de arena con los que se compone una ventana corredera de dos hojas.

 La particularidad más interesante es que cuando se desliza una de las hojas sobre la otra se percibe una tercera imagen que es la suma de los dos cristales translúcidos.
Se ha estudiado el diseño para que la suma de las dos imágenes cuando una ventana está sobre la otra, y los momentos de transición que se producen en el recorrido al deslizar una hoja por delante de la segunda, tengan un sentido estético.
Todo ello está concebido como un elemento de irradiación central en el que confluyen y del que parten todas las formas.